Aunque Adamari López regresó con su sonrisa y su sentido del humor a «Un Nuevo Día» (Telemundo), ahora sabemos que la influenza que la envió al hospital tres semanas y la tuvo inconsciente, fue algo mucho más serio de lo que imaginamos.
Al término del show la conductora reflexiona lo que la llevó a esta situación, cómo le afectó a Alaia y cómo está decidida a luchar por cuidarse, cambiando muchas de sus rutinas y dejando el único vicio que tiene.
– Adamari ¿por qué crees que las mujeres a veces se exigen tanto? ¿por qué te exiges tanto?
Queremos ser jefas de familia y demostrar que podemos sacar la familia adelante, y que tenemos muchas capacidades y al final nos olvidamos a veces de nosotras mismas.
«Yo creía que había aprendido cuando pasé por el cáncer y que había sido una gran lección para mí y sé lo importante que es cuidarme y escuchar mi cuerpo y alimentarme mejor, pero a veces, por circunstancias del trabajo o por rebeldía, lo dejamos a un lado y al final tengo que ser congruente con lo que digo y con lo que hago. Así que espero que haya sido una gran lección y que no la olvide, y como dice Toni que sea para siempre.. ésta «cabeza dura», Tauro, ¡teeerca!», dice sin perder su sentido del humor.
Ahora tanto su familia como Toni están pendientes de que se alimente mejor.
«Están pendientes de que lo que me esté comiendo es mucho más saludable, de que deje el refresco, de que no vuelva a retomar ese vicio, malísimo que me da, el único vicio que tengo, «que tenía» voy a decir porque ya no lo tengo, quiero decir que no lo tengo; pero lo importante es que quiero estar saludable, que quiero estar bien, con todas las defensas en su lugar para poder seguir disfrutando de lo que hago, de mi trabajo, mi hija, la familia».
– ¿Qué has cambiado?
Bueno, estoy añadiendo más lentejas, cosas con hierro y vitaminas que me fortalecen el sistema inmunológico. Yo a veces era más de comer frituras, pan, que me encantan, las cosas que no alimentan, y tratando de añadir jugos verdes en la mañana; en las ensaladas, comer un poco más de espinacas.
– ¿Crees que todo esto le afectó a Alaia?
Dicen en la escuela que estaba diferente, que estaba más retraída, que no estaba tan presente. Tiene que haberle afectado, siempre ha sido pegada a mí, pero ahora la siento más pegada a mamá, más buscando hacer las cosas que yo hago, o estar cerquita de mí. Es de las cosas que la veo ahora, más de lo que la veía antes.